Encuadrar lo indescriptible, lo no planificable, lo espontáneo. Así, durante cuatro años, mi fotografía ha sido totalmente improvisada. Basada en la presencia y en el ejercicio de estar abierto a la comunicación con el espacio. Kilómetros andados por los alrededores de lo cotidiano.
De esta experiencia han nacido cinco series abiertas, conexas y consecutivas en el tiempo, “La leche quemada huele a invierno” , “Catarsis”, "Geometría del Interior", "El viaje" y "la verdad". Cinco series que reflejan mi evolución personal desde el reconocimiento de una etapa de estancamiento la posterior búsqueda, auto destrucción , definición y reflexión.
Cinco series llenas de contradicciones, como capturar emociones liberadas y sentir liberación capturando.